Los gatos pueden ser distantes y malhumorados, por lo que, si no eres amante de los gatos, puedes pensar que odian a las personas. Los amantes de los gatos saben que la mayoría de los gatitos son adorables bolas de pelo, pero ¿qué pasa si tu gato parece más maníaco que tierno? Aquí hay formas de reconocer los problemas de comportamiento y cómo construir un vínculo más fuerte con tu gato.
Conoce las señales
Los gatos son animales territoriales por naturaleza. Aunque algunos pueden ser tranquilos, algunos son más agresivos. Esta agresión puede ser una señal de que son territoriales y se han introducido en una situación desagradable o estresante. Estas situaciones también pueden hacer que este animal territorial cuestione su estatus alfa en el hogar.
Señales de que tu gato puede tener algunos problemas:
- Encontrar “regalos” no tan agradables en la casa
Al ser un animal territorial, tu gato no está siendo lindo al dejar caer esa rata muerta en tus pies. De hecho, está afirmando su dominio en el hogar.
- Orinar fuera a propósito
Los gatos son inteligentes. Saben que tu ropa recién lavada no es una caja de arena. Si se han descartado problemas de salud, es posible que esté mostrando su disgusto al hacer sus necesidades en lugares inadecuados.
Identifica los problemas
Para evitar recibir la ira de tu gato, tómate el tiempo para leer su lenguaje corporal e identificar los tics que pueda tener. Las señales pueden ser bastante obvias (pelo erizado, silbido bajo o garras extendidas), pero a veces puede ser un poco más difícil identificar la causa.
Los problemas de comportamiento con los gatos pueden surgir de situaciones estresantes, como la introducción de una nueva persona o mascota en el hogar, o una caja de arena desagradable. Un cambio en la dieta también puede ser el culpable del mal humor de tu gato.
Independientemente de la causa, es fácil sentirse irritado cuando tu gato te ataca o a cualquier otra persona en tu casa (especialmente si parece surgir de la nada), pero trata de tomarte un segundo para encontrar la causa de ser.
Una vez que hayas encontrado el problema, busca una manera de resolverlo. Los gatos dependen de nosotros para mantener su entorno estable y seguro, así que al proporcionarlo tendremos una herramienta poderosa para aliviar la tensión. Este espacio seguro lo ayudará a calmarse y evitará que te ataque a ti o a cualquier mascota.
Cuando la agresión no cambia
No todas las mascotas agresivas son causas perdidas, pero cuando la agresión se vuelve peligrosa para ti o para tu mascota, habla con tu veterinario. Con su ayuda, puedes probar nuevos ejercicios o trucos que pueden ayudar a aliviar esos problemas y crear una atmósfera pacífica en tu casa nuevamente.
